Vistas de página en total

jueves, 10 de marzo de 2011

Transformadores

Funcionamiento
el transformador es un aparato que debe su funcionamiento al acoplamiento magnético de bobinas conductoras. Está formado por un núcleo o circuito magnético sobre el que se arrollaban las bobinas conductora. De esta manera existen dos bobinas (supuesto transformador monofásico). Una llamada PRIMARIO o inductora y otra llamada SECUNDARIO o inducida. En el trafo ideal las perdidas en el circuito magnético son nulas y por tanto la energía (o para el caso la potencia) se transfiere de primario a secundario integramente gracias al flujo magnético que las une. ¿Cual es, pues, su utilidad? Lo curioso es que manteniendo la potencia varía la tensión y la intensidad a un lado y otro del trafo. ¿En que relación? Pues en la relación de las espiras. Si el primario tienes el doble de vueltas de hilo que la segunda la tensión inducida en el secundario será la mitad que la del inductor. Por supuesto la relación de las corrientes es justo al revés.

El transformador es un aparato que realiza una función muy poco vistosa –no
realiza ningún trabajo mecánico (salvo vibrar)– pero en cambio sí muy útil para el
transporte de la energía eléctrica. La función de los transformadores es la de cambiar los
parámetros de la energía eléctrica. De forma tal, que no sea preciso generar, transportar
y consumir la energía a una misma tensión.

El primer sistema de distribución de electricidad lo puso en servicio Edison, en
Nueva York, en el año 1882. Se trataba de una pequeña central eléctrica que
suministraba corriente continua a 120V. Esta tensión tan baja requería que por los
cables circulasen grandes corrientes, lo que daba lugar a enormes caídas de tensión y
enormes pérdidas. De modo que en la práctica una central sólo podía alimentar a una
manzana de edificios.

La invención del transformador y los desarrollos de las fuentes de corriente
alterna, resolvieron los graves problemas que tenía la distribución de energía eléctrica
en corriente continua.

Si se eleva por ejemplo en diez veces la tensión en la distribución, la corriente se
reduce justamente en esas diez veces, con lo que las caídas de tensión también se
reducen en ese factor, y las pérdidas en los cables en 100 veces (10
En los sistemas de generación modernos, la tensión oscila entre 15kV y 30kV, el
transporte se puede hacer hasta los 380kV, mientras que los consumos más usuales son
en 380V. La relación entre las tensiones de consumo y la de transporte puede llegar a
ser, por tanto, de 1000; con lo que las pérdidas en los cables de transporte se reducen un
millón de veces, respecto de las que se tendrían si el transporte se realizase en baja
tensión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario